
La posibilidad de un futuro en el que la tecnología absorba una gran parte de las labores profesionales es una cuestión ya instalada en el ámbito académico y político. El vértigo al que nos aboca la hipótesis de una sociedad postrabajo está en sintonía con la relevancia que tiene el empleo en la actualidad. El trabajo es asumido como un marco de progreso material, como un ámbito de cohesión social y como un estadio de desarrollo personal. (leer más)